El origen: Atlántida y Lemuria

atlántida y lemuria

Hace decenas de miles de años el aspecto geográfico de la Tierra era muy diferente al de ahora. De hecho, había dos continentes más a los ya conocidos, que se encontraban:

  1. En medio del océano Pacífico: llamado Tierra de Mu o Lemuria.
  2. En el océano Atlántico en el hemisferio norte: llamado Atlántida
Imagen sacada de la red.

Esos territorios estaban habitados por dos culturas mucho más avanzadas que cualquiera de las civilizaciones que ha poblado el planeta en toda su existencia. El avance al que me refiero era en base a la tecnología, pues eran grandes tecnólogos y también a nivel espiritual, pues eran seres con la conciencia muy abierta y capaces de captar y manejar la energía libre.

Se dice que vivían en la cuarta dimensión y no en la tercera como nosotros, eso significa que por mucho que los arqueólogos busquen vestigios de esas culturas ancestrales, no los van a encontrar; solo encontrarán los restos que descendieron después de la Gran Guerra.

 

la gran guerra

En cierto momento, estos dos pueblos que en un principio cooperaban para el equilibrio del Universo, empezaron a rivalizar. Sus ambiciones hicieron acrecentar su ego y a desvirtuar su verdadera esencia. Incluso llegaron a enfrentarse en una Gran Guerra que les llevó a su casi extinción

Se ha escrito y teorizado mucho sobre estas civilizaciones, pero un fragmento escrito en La crónica de Akakor refleja muy bien esta Guerra de la que estoy hablando:

Imagen sacada de la red.

«El sol brillaba todavía, mas una bruma grisácea, grande y poderosa, comenzaba a oscurecer la luz del día. Signos extraños se mostraban en el cielo… Un sol rojo y un sendero negro se cruzaban entre sí. Negro, rojo, las cuatro esquinas de la Tierra estaban rojas… Las dos razas de dioses comenzaron a pelear. Quemaron el mundo con calor solar y trataron de arrebatarse el poder la una a la otra… El curso de los ríos quedó alterado, la altura de las montañas y la fuerza del sol cambiaron. Hubo continentes que quedaron inundados…»

La crónica de Akakor, Karl Brugger.

Entre las consecuencias de ese enfrentamiento hay que destacar las siguientes:

  1. Hundimiento de los dos continentes y la casi extinción de sus civilizaciones. 
  2. Emergieron otras tierras que cambiaron la morfología de la Tierra. Se dice que la Isla de Pascua y sus alrededores son vestigios de Lemuria; y que unos restos sumergidos en las costas de Florida pertenecieron a la Atlántida  (estos fueron los restos que descendieron a la tercera dimensión después de la Gran Guerra).
  3. Cambio climático global producto de la alteración del eje magnético del planeta. 
  4. Los efectos llegaron incluso a los habitantes de Marte y Venus. (Sí, había habitantes en otros lugares de la galaxia, de hecho, todos de algún modo provenimos de diferentes lugares del Universo). 

Se dice que, tanto atlantes como lemures, dieron sus vidas para salvar la sabiduría y promover una sanación profunda de la humanidad. Antes de desaparecer, guardaron todos sus conocimientos en la naturaleza, escondidos en minerales, piedras preciosas y plantas en diferentes puntos de la Tierra. Allí estarían a salvo y ocultos hasta la Era de Acuario en que la consciencia de algunas almas empezaría a abrirse y a captar esa información ancestral oculta.

el descenso de las almas

Después de la Gran Guerra se dio el descenso de las almas. Fue un castigo para purgar el mal uso del poder que hicieron. Para ello, las almas descendieron a la tercera dimensión, donde la energía es más densa y no llega tanta Luz, y empezaron de cero (aquí es cuando empieza la evolución que la historia nos explica. Desde el Australopithecus al Homo Sapiens Sapiens). Durante el descenso, las consciencias estaban cerradas y los dones ocultos y bien bloqueados. Las personas solo se movían llevadas por el ego, el instinto salvaje y su único objetivo era la supervivencia, con lo que empezaron a crear karma.

Muchos atlantes y lemures que tuvieron que descender, pactaron la división de sus almas para una mayor creación de karma y después una más rápida evolución espiritual. Estas almas partidas en dos son las Llamas Gemelas, las primeras en empezar a abrir consciencia, y recuperar sus dones internos, y las que tienen como misión ayudar al despertar del resto de la humanidad.

Para dejar toda la sabiduría oculta en la tercera dimensión, algunos atlantes y lemures encarnaron (sin descender, es decir, con toda su sabiduría y poder interno intacto). Ayudaron e instruyeron en muchos ámbitos a los nuevos pobladores de la tercera dimensión. Culturas como la mesopotámica, egipcia, griega, romana, celta, china, india, incluso maya y azteca, contaron entre sus ciudadanos con lemures y atlantes encarnados que les ayudarían a construir sus civilizaciones.

A medida que avanzaba la historia, la humanidad evolucionaba en tecnología y en conocimientos, pero seguía creando karma por sus acciones: guerras, ambición, sometimiento, asesinatos, maldad… Así, vida tras vida, Era tras Era, la humanidad fue acumulando karma en sus almas jóvenes hasta que, algunas almas empezaron a “despertar” en diferentes momentos de la historia. Sus consciencias se abrieron y comenzaron a revertir el karma, recuperando poco a poco sus dones. Primero  tuvieron que hacerlo desde la sombra, ocultos a ojos del resto de la humanidad que seguía cegada por el ego y que rechazaba todo aquello que no entendía o temía.

Más tarde empezaron a recibir la información de las dimensiones superiores a través de las canalizaciones, conectaron con plantas y minerales y pudieron sanar a otras personas con ese conocimiento, (entre otras muchas cosas). La humanidad, supersticiosa y ambiciosa, persiguió a esas almas, las humilló, las mató y así nadie más se atrevería a mostrar sus dones. Y así fue hasta que se inició la nueva Era de Acuario, momento en que se abrieron muchas consciencias a la vez y esa sabiduría ancestral oculta en la Tierra empezó a ser descubierta en masa.

el ascenso de la almas

Con la Era de Acuario y la masiva apertura de consciencias se inició también el proceso que yo llamo ascenso de las almas. Algunas almas viejas, que se han reencarnado muchas veces y han podido ir revirtiendo el karma acumulado, están viviendo ahora sus últimas encarnaciones en esta dimensión. Son almas que se han puesto al servicio de la Luz, que canalizan información, usan la energía para sanar a otras personas y ayudan a elevar la vibración del planeta para que más almas despierten. 

Entre esas almas, hay muchas Llamas Gemelas, es decir, la misma alma dividida en dos cuerpos encarnados que están llamadas a volver a unirse y que con su unión aportarán una elevación de la energía y de la vibración de la Tierra en sintonía con el amor crístico. 


Espero que te resuene esta información y te sirva para entender tu proceso personal.

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